LOS TRES
PAJARITOS
Había una vez en un bosque lejano, unos pajaritos que vivían al lado de un lago en el que habitaban muchos tipos de animales acuáticos. Pero todos tenían miedo de un animal en particular… el cocodrilo de Rastas. La raza de Rastas es sin duda, una de las más peligrosa del mundo entero.
Bueno siguiendo con la historia, uno de los pajaritos que se llamaba Miguel propuso una idea:
¿Qué os parece si hacemos una casa para refugiarnos por las noches del frío?
Y dijo su hermano llamado Roberto:
- ¡Me parece una fantástica idea hermano!
Miguel cuando oyó el comentario le dijo una cosa:
-¿Qué te parece si hacemos una apuesta?
- El que construya la mejor casa tendrá como esclavo.
Y su hermano aceptó el reto. Carlos que era el hermano que faltaba no dijo nada.
Al día siguiente Miguel y Roberto empezaron a hacer sus casa en el suelo pero como Carlos era muy muy muy vago, siguió sin hacer nada. Miguel empezó a hacer una casa de piedra pero pensaba que tardaría mucho en hacerla y empezó a hacerla de paja y no tardo mucho. Su hermano Roberto empezó a hacerla de piedra. Trabajó día y noche y no paraba nunca. Cuando la acabó estaba muy contento porque la casa quedó muy bien.
Mientras sus hermanos acabaron la Carlos siguió sin hacer nada, pero tuvo una idea. Vio un hueco en la punta de un árbol. Subió y se quedó allí todo el tiempo. Sus hermanos estaban muy orgullosos del trabajo que habían hecho.
Un día, era de noche y hacía mucho mucho frío y los dos hermanos estaban en sus casas, le dieron la opción de entrar en sus casas a Carlos pero él, se negó a hacerlo. Carlos se quedó en su árbol.
De repente cuando los dos hermanos estaban dormidos en sus casas, un ruido aterrador los despertó. Salieron a ver qué era y nada más y nada menos que el cocodrilo de Rastas. El cocodrilo destrozó las casas de un colazo y los hermanos salieron corriendo. El cocodrilo los persiguió hasta un rincón sin escapatoria y justo en ese momento una voz dijo:
¡Rápido subid arriba!
Los dos hermanos sin pensarlo dos veces subieron rápidamente y arriba estaba Carlos, que era el que había gritado a sus hermanos.
El cocodrilo lo intentó e intentó pero al árbol no consiguió subir, los tres hermanos se tranquilizaron y juraron una cosa: NUNCA MAS HARÍAN CASAS EN EL SUELO.
Y desde ese momento nunca más hicieron casas los pajaron en el suelo.
FIN
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