jueves, 18 de diciembre de 2014

CAPERU VERDE Y LA ABUELA LOBO

CAPERU VERDE
                                 Y
                LA ABUELA LOBO

   Había una vez una niña que se llamaba Caperu Verde y tenía una abuela lobo. La abuela era muy maja pero a veces, tenía arrebatos de mal genio y la tenían que atar. Vivían en el fondo del mar, exactamente en Atlántida. Su madre era muy maja como su abuela.


   La madre le mandó a Caperu a la superficie a por medicamentos para la abuela y como era muy obediente ni refunfuñó. El camino era  largo, más o menos 45 minutos. Ya en el exterior, se fue a la farmacia más cercana.


   Cuando llegó a la farmacia preguntó Caperu:
- ¿Tenéis medicamentos para las abuelas lobo?
- No, se nos han acabado- le respondió.
   
   Caperu desconsolada se fue a la farmacia más cercana y le pasó lo mismo. Pasó media hora buscando farmacias y en todas la farmacias que había ido le decían lo mismo, que no tenían los medicamentos necesarios para su abuela lobo.


    Mientras tanto en Atlántida a la abuela ya le habían dado dos arrebatos. Cada vez que le da uno de ellos, hay que atarla si no  rompe algo y en esta ocasión rompió los cristales de casa. La madre de Caperu estaba en el jardín y por el ruido se dio cuenta que pasaba algo. Así que entró rápidamente en casa, cogió la cuerda que siempre estaba preparada y la ató a la silla.


    


    La madre estaba preocupada porque Caperu no llegaba; y la niña estaba en la superficie buscando una farmacia con el medicamento necesario. En su búsqueda encontró una bruja que le dijo que le podía preparar la pócima necesaria y que su abuela volvería a ser  humana. Caperu sabía que eso le beneficiaría a su abuela así que lo aceptó de buena gana.  


   Al cabo de una hora, Caperu, por fin llegó a casa; pero lo que vio no le gustó nada. Todo estaba destrozado, su madre lloraba desconsolada porque la abuela se volvió muy loca, como no lo había hecho hasta ahora. Había roto las cuerdas que la ataban y se fue por el pueblo rompiendo los cristales de todos los escaparates. Caperu agarró fuerte a su madre, cogió la pócima y se fueron corriendo tras la abuela.

    Después de varias horas, la abuela se quedó dormida en un jardín y entonces aprovecharon para meterle la pócima por la boca. Enseguida, cambió su aspecto y regresaron a casa. Desde entonces, cambió por completo la vida de la familia. Ahora es una familia normal que vivía en Atlántida.      FIN

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