CUENTO DE NAVIDAD
Había una vez
una familia que vivían en España y para ser concretos en la calle.
Esa familia era pobre y encima tenían 4 hijos por cuidar y darles
de comer.
Los cuatro niños eran cuatrillizos y no paraban de
llorar y pedir comida. Esos críos tenían 4 años pero sus padres no podían hacer
nada por ellos. Cuando era de día sus padres se iban a la entrada de la iglesia a pedir dinero o
comida. La gente de vez en cuando, les echaba algo de dinero. Los padres se iban
súper ilusionados a por algo de comida al supermercado para sus hijos.
Faltaban 20 días para la navidad y sus padres no
sabían que regalarles a sus hijos por la causa del dinero. Ellos no tenían ni televisión, ni móvil, ni mucha ropa… Sus hijos no iban al colegio y estaban muy muy flacos.
Ya quedaba menos para la navidad, a ellos cada vez que la gente les daban dinero, miraban en el supermercado las cosas que les pueden regalar a los hijos. Pasaban
semanas pero no podían comprar nada, las cosas estaban muy caras pero cuando ellos
miraban a la gente que compraban todo lo
que querían ellos empezaban a llorar.
Los niños creían en la navidad, ellos pensaban que los reyes magos vendrían a
darles regalos y los niños les dejarían un vaso de leche a los camellos. Sus
padres sentían pena por ellos. Eran navidades y con lo que tenían ahorrado lo gastaron en una bicicleta para
toda la familia. Cuando llegaron a la caja para pagar vieron que les faltaban
50 euros y la chica de la caja no se lo pudo vender. Pero un señor saco la cartera y
saco cincuenta euros y se los dio a la cajera. El padre de los niños se sentía la
persona más feliz del mundo. Y el padre se ofreció a hacer algo por el señor; aunque el señor le dijo que no.
El señor le preguntó dónde vivía porque les quería hacer
una sorpresa. El padre de los hijos le contestó que vivían debajo del puente. El
señor se quedó alucinado y se despidió hasta el día siguiente.
Al día siguiente estuvieron todo el día debajo del
puente. A las cinco y media llegó el señor con la sorpresa planeada y les invitó a su casa.
Cuando llegaron a casa del señor se sintieron acogidos porque la casa estaba calentita, tanto que se tuvieron que quitar algo de ropa. El
señor tenía una mesa preparada al lado de la calefacción . En ella había mucha comida para cenar.
Llegó las doce de la noche y corriendo tuvieron que
comer doce uvas.
Para aquella familia fue como un sueño y fueron para
ellos las navidades más felices de todas.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
FIN
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