martes, 30 de diciembre de 2014

Cuentos de Navidad

NAVIDAD FELIZ

Si te gusta Papa Noel, esta historia te va hacer disfrutar y reír con él.

Erase una vez un pueblo pequeño y pobre, donde había una casa llamada la gran casa de Noel, para que nos situemos era en Alaska en el año 2024, Papa Noel tenía un grave problema, el problema era que hace mucho tiempo el era joven y era delgado pero ahora él tenía mucho peso y no entraba por las chimeneas,y también otro de sus graves problemas era que si entraba en la chimenea al caer al suelo hacia mucho ruido y eso no podía ser.

-Tengo que adelgazar - dijo Noel cabreado.
-Hoy es un gran día lo sabes hermano - se dijo a sí mismo como un loco.
Empezó a hacer ejercicio en el jardín de la casa de madera que tenía en el monte. Cada día hacía más ejercicio y no se relacionaba con nadie, al de seis días, empezó a dar vueltas al lago Charco Verde, era mucha distancia. Quedaba tan solo una semana para la Navidad y él aún pesaba mucho.

Ya le empezaban a llegar las cartas y no tenía tiempo para leerlas y para hacer sus ejercicios, y tuvo una idea, leerlas mientras corría en la bici estatica. Ya tenía el peso adecuado y estaba perfecto así que con la magia que él tenía empezó a fabricar regalos ¡los fabricaba en un santiamén!  

Había llegado la noche tan esperada y ya había repartido los regalos en todas la casas excepto en una, que era la última que le quedaba, no era porque le tuviera manía a la casa, entró en la casa y de repente vió a un niño, ¡que susto!

Se escondió rápidamente detrás de la ventana, vio que el niño tenía intención de saber si Noel existía de verdad. Entonces, aparecieron los padres del niño y se lo llevaron a la habitación, eso suponía que los padres estaban despiertos, y ellos tampoco le podían ver. Así pues Noel tocó la puerta y puso uno de sus renos en la entrada para que los padres se distrajeran con él. Entonces Noel entró rápidamente en el salón  y puso un par de regalos.  
Para cuando llegó a la cabaña ya era tarde, les había puesto de regalo los turrones que iba a comer él con la familia sin querer, salió volando de casa y no dudó en coger el trineo y decir “arre” bien fuerte. Los renos estaban cansados y no corrían mucho, eso era un problema…

Ya eran las seis de la mañana, y si los padres se despertaban pronto él la cagaba.

El niño estaba despierto y vio a Noel, y preguntó:

-Me has traído carbón? - de manera ansiosa.
-Eso solo lo puedes saber tú -  le respondió Noel.
-Yo me e portado muy bien - dijo el niño con voz contundente.
-Entonces no tienes porque temer.

Desde entonces, en esa familia todos han querido y amado a Papa Noel, y nadie a tenido carbón jamás.

 

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